Y llegaron las 12! La cena satisfecha y la celebración a cuesta,
pero...dónde están los lazarillos que cantaban? los juguetes sin bateria?
y los ladroncillos de ilusiones?
Poco a poco, en medio del gran torrente del silencio,
el espinazo dió paso a lo que todos conocerian como el homicidio perfecto.
Los juguetes estaban en la azotea, los lazarillos atrapados y los ladroncillos, bueno ellos...estaban ladronando por ahí.
Y así las 12 desapareció de la noche, de la fiesta y del reloj...
y sin parar, continuó la celebración al ritmo del tic tac,
acelerando un nuevo día, mientras todos estaban en plena ironía.
Apagando velas (sumfortis183) |