Que fuente aquella que con un golpe predice el mundo
que mundo aquél que con giro nos dio luto
que luto el de esa noche que con un murmullo despertó el rumbo.
Y si cien aves hubieran visto lo que hizo,
hubieran perdido sus alas en un segundo.
Fue entonces, que el gigante despertó
y la fantasía empezó a volar entre sus dedos
recorrieron desde su frente hasta sus huesos, carne y grasas más profundas
y no se detuvo hasta encontrar su lugar en el mundo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario